Fiume es mucho más que un restaurante, es un concepto que ha logrado conquistar el paladar de los queretanos a lo largo de los años, fusionando la tradición con la innovación en cada plato. Bajo la dirección de Gonzalo Vera Urquiza, quien ha sido parte fundamental de su evolución, la marca ha crecido y se ha consolidado, adaptándose a las nuevas exigencias del mercado sin perder su esencia. Con una reciente expansión a Fiume Arcos, Gonzalo comparte cómo este nuevo desafío se ha convertido en una oportunidad para seguir ofreciendo una experiencia gastronómica de alta calidad, pero también para mantener vivos los valores que han hecho de Fiume un referente en la ciudad.
Desde sus inicios, la calidad en el servicio y los platos ha sido la piedra angular de la marca. “Encontramos la oportunidad de consolidar un grupo más grande y llevar la marca a un nuevo nivel”, menciona Gonzalo sobre la expansión hacia nuevos horizontes. Las similitudes entre las dos ubicaciones, como el estilo de cocina, los proveedores y la calidad de los ingredientes, son clave para replicar la experiencia. Sin embargo, cada lugar tiene su propia identidad, ofreciendo algo diferente según las expectativas de los comensales. Fiume Universidad mantiene la tradición, mientras que Fiume Arcos ofrece una propuesta fresca y moderna, adaptada a las nuevas demandas del mercado.
El reconocimiento recibido a finales del año pasado, cuando Marco Beteta los distinguió como uno de los mejores restaurantes, fue un logro significativo. “Este reconocimiento no es mío, es del equipo que ha trabajado durante 12 años para llegar hasta aquí”, afirma Gonzalo con humildad. Este premio no solo valida su esfuerzo, sino también el de todos los que han formado parte de este proyecto, reconociendo el arduo trabajo y dedicación invertidos a lo largo de los años.
A pesar del éxito alcanzado, Gonzalo enfatiza la importancia de no perder de vista la autenticidad y la calidad que han definido a Fiume desde sus primeros días. “Nuestro principal objetivo es que la gente venga a celebrar algo especial o cotidiano, y que siempre reciba un servicio excepcional a un precio justo”. La constancia y el esfuerzo del equipo son cruciales para mantener este estándar, siempre con la misión de seguir innovando sin perder la esencia que los distingue.
De cara al futuro, Fiume tiene claro que su foco inmediato es consolidar la nueva ubicación en Fiume Arcos. Aunque la expansión y nuevas aperturas están dentro de los planes a largo plazo, lo esencial por ahora es afianzar la oferta que han puesto a disposición de sus clientes. “Queremos acercar la oferta a los clientes, entendiendo sus necesidades y buscando puntos convenientes para ellos”, señala Fernanda, consciente de que la clave está en adaptarse a la evolución del mercado.
Finalmente, el proceso de expansión no fue una decisión planeada desde el principio, sino una consecuencia natural del crecimiento y la aceptación del restaurante. “Entendimos que Querétaro estaba creciendo y que la ciudad se estaba zonificando, por lo que era necesario estar presentes en ubicaciones estratégicas”, concluye Gonzalo, mencionando que Fiume Arcos no solo es una nueva propuesta gastronómica, sino también un lugar privilegiado, justo frente al icónico Acueducto de Querétaro, un punto de atracción para los comensales.
Así, Fiume sigue demostrando que la tradición, la calidad y la innovación pueden ir de la mano, marcando una diferencia en el mundo gastronómico con un sello único que ha conquistado los corazones de muchos.
